Por fin este "viaje" que emprendí decididamente en 2020, que pretendía que me llevara a darle buena cuenta a esta saga clásica, concretamente a su etapa de PSX/PS2, ha llegado a su fin este año, y es que con la finalización de Final Fantasy XII he completado todos los episodios numéricos lanzados desde el episodio VII al XII, pasando por X-2 y saltándome el XI, por supuesto.
He de confesar que esta vez hice el click y me ha maravillado la serie, convirtiéndose en una de mis sagas de rol favoritas (si no la favorita de todas, no lo sé, tendría que sentarme a debatir conmigo mismo). Después del chasco de Final Fantasy X-2 el año pasado, temía que lo bueno de la saga hubiera terminado en el X y que el episodio que hoy nos ocupa no valiese la pena, pero nada más lejos de la realidad, esta 12ª entrega vuelve a las cotas de calidad de la saga y resulta en un titulazo como la copa de un pino, que entra en mi top 3 de la saga por el momento (no teniendo claro si es el 2º o el 3º).
Hecha la presentación, no queda más que sentarnos a hablar del juego, vamos a ello!