Nos situamos en el año 2004, Nintendo hace justicia a todo un clásico de su catálogo de NES, Metroid, trayéndolo a los tiempos actuales para que lo puedan redescubrir las nuevas generaciones. Un par de años antes lanzó al mercado el fantástico Metroid Fusion y aprovechando el motor que creó para este juego, se dispuso a poner al día el clásico de 8 bits. Solo nos quedaba disfrutar.
HISTORIA
Encarnamos el papel de Samus Aran, una cazarrecompensas espacial, que recibe un encargo de la Federación Galáctica, ya que ha sido víctima de un ataque de los Piratas Espaciales, quienes han robado las muestras de Metroid que poseían.
Los Piratas Espaciales se han llevado los Metroid al planeta Zebes, donde tienen actualmente su base de operaciones, de modo que nuestra misión será infiltrarnos, acabar con los Metroid y de camino destruir la base de los Piratas Espaciales.
Cabe destacar que el juego expande la historia acaecida en el primer Metroid, no limitándose a mostrarnos el argumento que ya vimos en 1986, por lo que nos encontraremos con algunas sorpresas por muy bien que nos conozcamos el juego original.
APARTADO TÉCNICO/ARTÍSTICO
El apartado técnico es robusto cuanto menos, con una calidad gráfica buenísima, unos fondos soberbios, que aportan un plus de ambientación al juego, haciéndonos sentir que estamos en los distintos parajes que contiene Zebes, el planeta original de los Chozo.
En cuanto a diseño, el juego respeta el diseño original y eso nos hace apreciar más si cabe el fabuloso trabajo que hicieron en 1986, puesto que casi 20 años después seguía siendo un diseño de lo más vigente.
El apartado musical destaca no por sus grandes composiciones, si no más bien por aportar un plus de inmersividad, conteniendo sonidos y leves melodías que nos sitúan y hacen que sintamos que estamos viviendo esa aventura en Zebes, en un ambiente de lo más hostil.
APARTADO JUGABLE
La seña de identidad que puso sobre la mesa el Metroid original era el famoso backtracking, de hecho, nada más empezar avanzamos hacia la derecha, como era habitual en la época, para toparnos con la dura realidad, había un hueco súper pequeño por el que no podíamos avanzar, de modo que volvíamos sobre nuestros pasos para seguir más a la izquierda incluso del punto de partida, consiguiendo la morfoesfera, pudiéndonos convertir en bola y pasar por dicho hueco.
Este fantástico prólogo era una muestra de diseño fabuloso, que nos preparaba para la que se nos venía encima. El juego se trata de ir explorando el mapa, conseguir habilidades nuevas para poder volver sobre nuestros pasos y acceder a puntos del mapa que hasta el momento eran inaccesibles y vuelta a empezar.
Pero centrémonos en este Zero Mission, aquí nos encontramos con las novedades jugables propias de Metroid Fusion como poder agacharnos y disparar desde dicha altura, disparar en diagonal pulsando el botón R, acceder a los misiles de forma más cómoda aprovechando el mayor número de botones de GBA
OPINIÓN
Me sorprende muy gratamente lo bien que se conserva este título en pleno 2024 y es que Metroid: Zero Mission se juega de maravilla, en un título que está completamente vigente hoy en día, tanto en su apartado técnico como en su apartado jugable y de diseño. Para algunos tendrá la pega de su escasa duración, pero a mi me ha sabido a gloria, una experiencia intensa y concentrada, que no te da tiempo a sentir repetitiva en ningún momento, que te sorprende constantemente y que no da pereza el plantearse rejugarlo más adelante.
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