Filosofando: Aniquilando el síndrome de Diógenes

    Hace ya mucho tiempo hice un artículo (este) refiriéndome a la tendencia a acumular juegos que siempre he tenido o he ido desarrollando con el paso del tiempo hasta llegar a un punto que consideraba exagerado. A partir de ahí me conciencié en ser muy selectivo con mis compras, ignorar ofertas "irresistibles" y demás, vamos, en definitiva cortar el grifo a la entrada indiscriminada de material nuevo, material que muchas veces estaba ahí sin tocarse hasta dentro de mucho tiempo (cuando realmente tenía tiempo de disfrutarlo). Ese paso ya lo dí, y desde entonces lo llevo a la práctica, pero ahora llevo un tiempecito dando un paso más allá.

    Hace bastante tiempo también hice un artículo (este) refiriéndome a lo que para mi era la parte buena del formato digital, el ahorro de espacio, al fin y al cabo termina siendo un verdadero problema almacenar todo lo referente a videojuegos que uno va adquiriendo con el paso del tiempo, por muy bonito que quede todo en la estantería.

    Pues bien, con el siguiente paso al que me refería en el primer párrafo he matado esos dos pájaros de un tiro, después de darle muchas vueltas y darme cuenta que la tendencia acumulativa, la "pena" a
deshacerme de lo acumulado a sabiendas que la mayoría de material no va a ser rejugado nunca es a consecuencia de un cambio de mentalidad, la forma esa de ver que algo te ha costado mucho dinero y te van a dar cuatro duros por ello, lo que desemboca en el clásico "para lo que me dan me lo quedo".

Juego rejugable "ande los haiga"

    La tecnología se amortiza con su uso, porque es de cajón que siempre pierda valor y jamás se llegue a recuperar la inversión, pero es que la inversión en sí es en ocio, por lo tanto, una vez he disfrutado un juego, me lo he pasado y le he echado las horas que he creído pertinentes, evalúo: Voy a volver a jugarlo en un futuro a corto-medio plazo?". En caso de que la respuesta sea negativa ese juego va directamente a ser vendido con el fin de costearme parte del siguiente juego que adquiera.

Ahí, de exposición.

    De momento llevo bastante tiempo jugando juegos nuevos sin gastar ni un duro, solamente "reciclando" material del que tengo acumulado, porque seamos sinceros, no me sale a cuenta tener una consola y sus juegos guardados en el trastero para que, dentro de 5 o 6 años, un día trasteando lo vea, me dé por enchufarla y jugarme varios juegos así por encima durante un mes (porque siendo sincero, si no las veo, con su consiguiente ataque de nostalgia, ni me acuerdo de ellas), y ale, vuelta al trastero (que es lo que me suele pasar), así que siendo prácticos lo más interesante es que ese material lo pueda disfrutar alguien que realmente le vaya a dar uso, y yo puedo reinvertir ese dinero en juegos que realmente me apetece jugar.

    En fin, que después del ladrillazo la conclusión es que he superado mentalmente el síndrome de Diógenes videojueguil, y que poco a poco y de forma constante, voy llevando toda esta teoría a la práctica, y qué queréis que os diga... me siento fenomenal por ello.