Sé que a muchos les parecerá un sacrilegio esto que comento, un juego de culto, reconocidísimo por los aficionados a los arcades de la década de los 80 y poseedores de MegaDrive en su primera etapa de vida.
El caso es que este juego no lo jugué en su día, me pilló siendo muy muy pequeño su salida en España, todavía no tenía videoconsola, y para cuando tuve una MegaDrive la chavalería no hablaba de este título, así que lo desconocía por completo. Ha sido un par de décadas después cuando, gracias a Internet, he podido descubrir juegos que se me habían pasado totalmente por alto en su momento, entre ellos este.
No dudo del mérito que tiene para la época en que salió, pero es un título que no se me hace apetecible en absoluto. Sé ver varias de sus virtudes, como la ambientación, sin ir más lejos, pero lo pude jugar en emulador y la verdad, no es un juego con el que me lo pase bien, cómo describirlo... se me hace tosco en exceso, y a mi gusto, para el género al que pertenece, le falta profundidad de escenario, el que los enemigos no solo te aparezcan por delante o por detrás, sino también más cerca o más lejos de la pantalla.
En fin, que espero que nadie se ofenda, pero es un juego que no me llegó cuando lo tuve emulado, así que no pienso hacerme con él.
Pues aquí estoy de vuelta amigos, con una nueva entrada de C9 World Champion, sección que, lamentablemente, no tiene la continuidad que me gustaría, pero siempre está bien de vez en cuando organizarse un torneíllo, bien con los amigos o bien, como ha sido este caso, con los lectores del blog.
